Sri Lanka es uno de los pocos lugares en el mundo que cuentan con una variedad asombrosa en un espacio tan reducido; desde la aridez del desierto y la exuberancia de la jungla, hasta los helados picachos de las montañas. En este viaje a Sri Lanka descubrirás una mezcla de colores, olores, sonidos y personas llenas de amabilidad.

Durante los días de luna llena se conmemora en Kandy el famosos festival Esala Perahera. Un festival muy animado, especialmente la última noche.  Las calles de Kandy, repletas de peregrinos que se encaminan en procesión hasta el Templo del Diente de Buda donde se guarda esa reliquia del dios, son un hervidero de fiesta y color: músicos, acróbatas y danzantes con tocados de plata, pendientes, cinturones y pectorales con joyas siguen el ritmo insistente y rápido de la música con movimientos muy estudiados celebrando que las divinidades principales de Kandy salen desde 4 santuarios distintos, acompañadas por más de cien elefantes hermosamente engalanados. Un elefante de gran tamaño porta solo el cofre en el que se guarda el Diente de Buda, ya que el diente nunca abandona el santuario.